Publicada el 2014-11-03
Sólo cuatro de las 10 estrategias nacionales de rehabilitación de edificios cumplen con el artículo 4 de la Directiva Europea 2012/27, según el BPIE (Buildings Performance Institute Europe), organismo europeo sin ánimo de lucro e independiente cuyos estudios son muy valorados por la Comisión Europea.
El artículo 4 requiere que todos los Estados miembros desarrollen a medio-largo plazo estrategias que incentiven las inversiones en la renovación profunda del parque inmobiliario. Hojas de ruta que no sólo están encaminadas a animar al mercado a invertir en el sector, sino también a proporcionar confianza a los propietarios de edificios para acometer la rehabilitación.
No olvidemos que los edificios existentes son responsables de hasta un 40% de las necesidades energéticas de la Unión Europea, y de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por otra parte, los europeos pasan el 90% de su tiempo en el interior de un edificio, ya sea residencial, de oficinas o terciario, por lo que es importante que se tenga en cuenta su confort interior.
Este informe se centra en los 10 Estados miembros (Austria, Bélgica -estudia Bruselas-, República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Países Bajos, Rumania, España y Reino Unido) que presentaron dentro de los 3 meses siguientes a la fecha límite (abril de 2014) la estrategia a que obliga la Directiva Europea.
El BPIE puntúa los informes de estos países en función de los cinco requisitos que marca el artículo 4 de la Directiva: visión general del parque inmobiliario nacional, enfoques rentables a las renovaciones, políticas y medidas para estimular rehabilitaciones profundas rentables, perspectiva de futuro para orientar las decisiones de inversión y estimación basada en la evidencia de los ahorros previstos y los beneficios obtenidos.
Sobre la base de esta valoración, BPIE considera que las estrategias de Austria, Dinamarca y los Países Bajos no responden al contenido de la Directiva. Mientras, los informes aportados por Francia, Alemania y Bélgica son "sólo parcialmente compatibles". Por el contrario, el instituto europeo resuelve que las estrategias presentadas por la República Checa, Rumanía, España y Reino Unido, "son aceptables, aunque todavía muestran potencial para mejorar".
Pese a la buena valoración que recibe España de este estudio independiente, el informe señala que ninguna de las 10 estrategias, "establece un camino claro y estratégico y la mayoría carecen de planes audaces y decididos".
A este respecto, el BPIE dice que los beneficios deben ser cuantificados mejor, no sólo en términos de energía, carbono y ahorro de costes, sino también en términos de impacto económico, beneficios sociales y mejoras medioambientales. Esto es, las políticas y medidas de apoyo deben ser desarrolladas con más detalle para ofrecer incentivos destinados a una renovación eficaz.
Para el BPIE, el informe de Austria es el menos detallado de las 10 estrategias evaluadas. Aunque se hace mención de las políticas nacionales para promover una renovación profunda de su parque, no aporta ninguna perspectiva de futuro que ayude a las decisiones de inversión y, por consiguiente, no realiza una cuantificación de los beneficios. En este sentido, concluye el BPIE, esta estrategia debe ser rechazada por la Comisión Europea.
En cambio, la estrategia española, publicada en junio de 2014, sí pasa la criba del BPIE. Según este organismo, incluye una buena evaluación técnica del parque de edificios. Identifica claramente la necesidad de facilitar información al usuario, reducir los obstáculos burocráticos y ayudar a la financiación de medidas dirigidas a la rehabilitación.
Tanto es así que la renovación profunda del parque inmobiliario es considerada clave para la reactivación del sector de la construcción y la revitalización de las zonas urbanas. La estrategia, que cumple con los requisitos básicos del artículo 4 de la Directiva Europea, incluye además una serie de mejoras para el confort interior de las viviendas.
Con todo, el BPIE sugiere que la Comisión Europea debería proporcionar una orientación más eficaz a los Estados miembros, así como amonestar a los seis (Grecia, Hungría, Luxemburgo, Polonia, Portugal y Eslovenia) de los 28 países que todavía no han publicado, a fecha de 15 de octubre de 2014, sus estrategias, transcurridos más de 6 meses de su obligatoriedad. También aconseja a los Estados miembros a tomarse más en serio el programa de rehabilitación de edificios.
El artículo 4 de la directiva europea obliga a los estados a actualizar y volver a presentar sus estrategias cada tres años, porque como asegura el BPIE "deben ser documentos vivos, que evolucionen con el tiempo al igual que el mercado se adapta a las nuevas soluciones tecnológicas, los costes o la demanda de los consumidores".
Para Peter Sweatman, miembro del grupo independiente de expertos en rehabilitación GTR, "es muy positivo que una entidad independiente valore al plan de renovación de España entre los mejores en Europa".
"No obstante", continúa, "el papel aguanta todo y quedan seis asignaturas pendientes ya identificadas por el GTR que tenemos que resolver para que ese papel se traduzca en resultados". A saber: racionalización de las ayudas públicas, nuevos instrumentos de financiación, profesionalización del sector, elaboración de planes regionales, creación de una Agencia para la Rehabilitación y puesta en marcha de proyectos piloto.
Fuente: EL MUNDO http://www.elmundo.es/economia/2014/11/03/5457b25bca4741272b8b458e.html