Publicada el 2010-02-08
La Rotonda, es una urbanización que fue promovida por Enrique Penedo (el mismo propietario de El Parque que se levantó sobre los terrenos de la fábrica del gas) y que se acabó de construir en 1967. Proyectada por Don Juan Guardiola Gaya, se asienta sobre una manzana poligonal de lados curvos en las avenidas de Costa Blanca, Cataluña, Nápoles y la calle Sicilia. Está compuesta de un total de 122 lujosas viviendas, distribuidas en 4 bloques: dos de viviendas adosadas sitos al norte y al sur de la parcela, otro de 6 alturas lindante con la avda Costa Blanca y la Torre.
La Torre es el elemento más significativo de este conjunto, es de planta cuadrada, con 18 alturas que se elevan sobre un podio destinado a garaje y está situada en el ángulo que forman las Avdas de Cataluña y Nápoles. Elevada con estructura metálica, la forma de los antepechos de los amplios voladizos, en forma puntiaguda, ha hecho que se le conozca popularmente como “La pagoda”, habiendo sido durante muchos años, un hito visual muy importante por su singular situación en el ángulo de la playa y la antigua carretera A-190 de Alicante a El Campello.
Pero como para todos, para los edificios también pasa el tiempo y si además tienen estructura metálica y están junto al mar, la corrosión es uno de sus peores enemigos y hace estragos en la seguridad de los mismos. En estos momentos, se está rehabilitando la fachada de la torre. No es la primera vez que se hacen obras en los exteriores de los componentes de La Rotonda, anteriormente ya se había eliminado los revestimientos de gresite de todos los bloques y en el caso concreto de la torre, además la pérgola de remate, que como se ve en la foto de conjunto primitiva, estaba techada. Actualmente sólo se conserva la estructura. También se le había despojado (excepto en algunas partes muy concretas) de las estrellas metálicas que en número de 16 por planta, a modo de falso pavimento, unían las terrazas de todos los apartamentos, recurso estético que el autor del edificio también usó en el edificio de Alfonso el Sabio 40 y en la Torre París, si bien en esta última no se trataba de estrellas, sino de simples perfiles metálicos.
En esta ocasión, la profunda rehabilitación a que está siendo sometido el edificio es tal, que incluso podemos hablar de reconstrucción, pues se están sustituyendo gran cantidad de perfiles metálicos cuya oxidación era patente, e incluso parte de los forjados de los voladizos. Respecto a las “alas”, se están desmontando igualmente y esperemos que se repongan exactamente como estaban antes. Desde luego, si no se hace así, se estaría incumpliendo la catalogación que le ha otorgado el Ayuntamiento y el edificio perdería toda su personalidad.
Fuente: Alicante Vivo