Publicada el 2015-08-24
La recuperación del sector de la construcción está en marcha. El estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2007 obligó a reinventarse a los protagonistas del ramo. De la mano de internet, pequeñas microempresas empezaron a buscar pequeños nichos de negocio con los que poder subsistir. Ahora, esos emprendedores ya empiezan a tener un horizonte más halagüeño. Las toneladas de cemento en forma de viviendas construidas en masa hace ahora 15 o 20 años necesitan algo más que una mano de pintura y todo indica que esa es la clave de la actividad para los próximos ejercicios. La rehabilitación y las reformas son el futuro de un sector tocado pero que pugna por recuperarse.
Las reformas de viviendas son actualmente un motor del sector de la construcción. Internet ha sido la clave para esa recuperación progresiva. El informe del sector realizado por Habitissimo, por ejemplo, centra la atención en ese fenómeno. Han pasado un poco a la historia los letreros cutres con pestañitas en los que se ofrece paleta. El asunto es mucho más sofisticado, internet y el servicio de correos son aliados comerciales para el nuevo trabajador autónomo ambicioso. Las redes sociales e internet aportan la información necesaria para prosperar, los secretos se desvelan a golpe de ratón.
El Observatorio de Mercado de Materiales de Construcción y Mejora de la Vivienda promovido por Andimac (patronal del sector) confirma la recuperación. "Tras siete años de caída, el bienio 2014-2015 será definitivamente el de la recuperación de este mercado, gracias al impulso del segmento de la reforma, con un crecimiento previsto de en torno al 11,3% en el gasto en mantenimiento, rehabilitación y reforma de la vivienda usada en este tiempo", opinan los expertos de esta patronal. Mientras dura la penitencia de la construcción de obra nueva, los profesionales que no tiraron la toalla en su día trabajan ahora a pleno rendimiento.
Y es que los pequeños empresarios y los autónomos han dotado de fuerza inusitada al sector, que supone 2% del PIB español. Tras una caída de un 42,7% de los ingresos de media con respecto a los mejores años de la burbuja y la desaparición del 8% de las empresas, ahora es tiempo de crecer. En este contexto, las redes sociales se han tornado estratégicas. Las opiniones online son determinantes a la hora de escoger presupuestos, profesionales o empresas que realicen trabajos. Los contactos a trevés de internet son una vía de intercambio de información, no solo con el cliente final, también con otros profesionales del sector deseosos de conocer las últimas técnicas y los métodos de trabajo más eficientes y rentables. En muchas ocasiones los comentarios vertidos por clientes en redes sociales condicionan el negocio.
FUENTE: EL PERIODICO