Publicada el 2015-06-05
La rehabilitación energética, además de dotar de nuevas capacidades y aptitudes al edificio, debe de considerar desde un punto de vista innovador y eficiente los recursos que afectan a la demanda de energía de un edificio durante todo su ciclo de vida. Hay que tener en cuenta, que la rehabilitación energética es una realidad necesaria que ha surgido desde hace poco años atrás, catalizada por la crisis económica, y que poco a poco va cobrando mayor importancia en el panorama nacional.
La Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el sector de la edificación en España, presentada por el Ministerio de Fomento a la Comisión Europea en cumplimiento del artículo 4 de la Directiva de eficiencia energética, es un documento que persigue la rehabilitación de los edificios pero sin referirse en ningún momento a la política energética. Además, establece tres tipo de actuaciones, sobre el uso y gestión del edificio, sobre la envolvente y la mejora de las instalaciones térmicas.
La Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas es el antecedente que sirve de justificación a la Estrategia al eliminar trabas y crear mecanismos que la hagan viable. En el artículo 3 h) de la Ley 8/2013 se establece como uno de los fines de las políticas públicas para el medio urbano “priorizar las energías renovables frente a la utilización de fuentes de energía fósil y combatir la pobreza energética con medidas a favor de la eficiencia y ahorro energético”.
En su artículo 10.4 se impulsan las actuaciones de eficiencia energética en espacios que consigan reducir un 30% la demanda energética anual, basando su financiación en los contratos de servicios energéticos mediante los ahorros en la factura energética.
Las principales estrategias de rehabilitación energética en edificios que se plantean son:
- Actuaciones referidas al uso y gestión de los edificios pueden proporcionar entre un 10% y un 30% de ahorro
- Las actuaciones sobre la envolvente del edificio pueden alcanzar el 50% de ahorro
- Mejoras de las instalaciones térmicas Los edificios son responsables del 30% del consumo de energía final y de un tercio de las emisiones de CO2, por tanto, la reducción de la demanda de energía, debe de ser un objetivo prioritario de las ciudades inteligentes.
Hoy en día, existen iniciativas que impulsan y alientan a conseguir los objetivos de reducción de energía y aumento de eficiencia en edificios.
En el Manifiesto de Barcelona del Congreso de Edificación Sostenible organizado por el GBCe en 2014, se ha propuesto el objetivo de reducir en un 77% las emisiones de CO2 en la edificación, tanto por la vía de la eficiencia como por la de la energía utilizada.
Otro informe que ha visto la luz y que también persigue combatir las emisiones de CO2, es el Informe sobre el potencial de ahorro energético y de reducción de emisiones del parque residencial existente elaborado por la agencia WWF, y con el que propone que se alcance una reducción del 30% del consumo de energía para el año 2020, gracias a la rehabilitación de medio a un millón de viviendas.
Numerosos estudios y análisis, coinciden en que la rehabilitación de la envolvente térmica los edificios, debe de ser una estrategia prioritaria, ya que proporciona los mayores ahorros energéticos a largo plazo, frente a cualquier otro tipo de medidas sobre la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones o la introducción de energías renovables.Hay que tener en cuenta, que los edificios construidos en España antes de los años 80 carecen en su mayoría de aislamiento térmico en su envolvente, ya que hasta la fecha no existía ninguna normativa que lo exigiera.
Por tanto, estos edificios se han convertido en los mayores consumidores de energía y su rehabilitación energética generaría los mayores ahorros, con reducciones de energía que oscilan un 50%, lo que implica un periodo de amortización más reducido en actuaciones relativas a la envolvente, dependiendo de la zona.
Hoy en día, uno de los mayores retos que existen en torno a la rehabilitación energética de edificios es la necesidad de crear demanda y la generación de instrumentos de apoyo financiero.
La ley 8/2013 plantea los ahorros energéticos como el principal instrumento de financiación de la rehabilitación, sin embargo, la reforma eléctrica del Gobierno ha duplicado lo que se paga por el término fijo de la factura eléctrica, y ha disminuido lo que se paga por el variable o la energía consumida.
Por tanto, no se está beneficiando económicamente el ahorro de energía de los consumidores y se está perjudicando la financiación de los proyectos, además de que se están aplicando dos políticas contradictorias en este tema.
Actualmente, existen cada vez más apoyos a la financiación de la rehabilitación energética.
La Agencia Internacional de la Energía y la Comisión Europea han insistido en que la eficiencia energética es el primer combustible y que cada euro que se invierte en ahorro de energía recupera cuatro euros para el conjunto de la economía por reducción de importaciones energéticas y menores costes para hogares y empresas. Por eso es importante cuantificar los beneficios de la eficiencia energética.
La Directiva de eficiencia energética establece los tres mecanismos de financiación de la eficiencia energética de edificios. En el artículo 7 que crea el sistema de obligaciones a través del ahorro del 1,5% de las ventas anuales de energía por distribuidores y empresas minoristas de venta de energía o medidas alternativas como impuestos al CO2, incentivos fiscales e instrumentos financieros y estándares de eficiencia energética.
En su artículo 17 establece la colaboración público-privada con los bancos en la financiación de la eficiencia energética. El artículo 20 crea el Fondo Nacional de eficiencia energética para respaldar las inversiones en eficiencia energética.
La Ley 18/2014 de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia ha creado el Fondo Nacional de eficiencia energética, pero sigue pendiente el desarrollo de los certificados de ahorro energético (CAE) y el funcionamiento efectivo del fondo como instrumento financiero.
El pasado 30 de octubre se firmó el Acuerdo de Asociación para España 2014-2020 con la Comisión Europea, que comprende los fondos estructurales y de Inversión Europeos por un importe de 36.900 millones de euros, de los cuales un 22% de la dotación final de los fondos contribuirá a la lucha contra el cambio climático, y contribuirá especialmente a la consecución de los objetivos de eficiencia energética en edificios y empresas. Respecto a los fondos FEDER , de los 19.408 millonesde euros, al menos el 5% se invertirá en acciones de desarrollo urbano sostenible integrado.
Más de 10.400 millones de euros favorecerán la economía baja en carbono, la adaptación al cambio climático, la protección del medio ambiente y la eficiencia de los recursos.
FUENTE: INARQUIA